Desensillando

Aquí estoy desensillando, bajando del caballo de mi corazón  que tanto supo galopar en mis emociones de estas semanas... acariciando su lomo suave y tibio por el sol. En la sombra, a la vera del arroyo mas puro de mi alma, el va a descansar mientras yo abra mi mapa y vea la ruta a seguir.
Así es la vida siempre, no creen?

Tengo en mi cartera de cuero perfumado, un cristal redondo que brilla con la luz de todos los pensamientos que ustedes y yo reunimos en este tiempo... esas altas vibraciones que en el silencio de la mente cantan una canción de cuna al centro de la Tierra.

Recostada sobre dos sillas - esas sensaciones de mi infancia que aun conservo como vicios - con la cabeza y los pies colgando, a cielo abierto del Valle, sentía la fuerza de gravedad amable... vi la Tierra de tras de mi, y el cielo delante... ellos y yo en carriles paralelos... sin arriba ni abajo.... es esa sensación un atisbo de eternidad?

Gracias por haberme acompañado. A veces entre tanto vuelo de la imaginación sentí miedo. Sospecho que el miedo sea una herramienta del ego cuando se ve amenazado de ser desbaratado por un sentimiento fuera de su orden... La amenaza de un nuevo orden para la Vida.
Entiendo que la maquinaria de la sociedad, las grandes ciudades, están hechas de engranajes que giran a fuerza de miedo. Es comprensible que las rejas y reglas, sean limites para contener el incontenible caudal del espíritu del hombre. Pero... cuando comenzó el miedo? Me refiero al "miedo" como "medio".
No puedo evitar preguntarme que pasa si salto allá lejos, a los cielos de una vida diferente a la que conozco.
Desprovista de "seguridades" y de pura responsabilidad por mi persona y la de mis compañeros.
Mirar a los alrededores y no ver un rostro humano... algunas lucecitas de casas a unos kilómetros, en las noches de luna nueva, parecen estrellas. Hay Vida!

Poder derramarme en este espacio, al que personas como ustedes recurren para seguir una especie de "cuento de mis días", me hace sentir... contenida?

Empece a contar acerca de lo que vivo porque encontré que puedo aprender mucho de los consejos, del cariño desinteresado de las palabras de personas (en su mayoría mujeres), a lo largo de la inmensa extensión de este planeta, y que su apoyo es tan concreto como el de un abrazo cercano.

Gracias por estar allí  y no duden que desde donde están, hasta donde estoy,  hay un hilo de luz que viaja en el eterno presente, entrelazándoce entre las miles de variables, y creando algo así como una red, con la que tarde o temprano podríamos sostener el mundo!

<3