El Continuum

"Una secuencia continua en la que los elementos adyacentes no son sensiblemente diferentes uno de otro, aunque los extremos son bastante distintos"

A veces tengo muy poco tiempo, teniendo todo mi tiempo abocado a la maternidad.

Hay semanas que pasan mas lento que otras, cuando las oscuras y cortas jornadas de invierno se me hacen agotadoramente largas.

Hay días en que Boris duerme muy poco, y a upa, y tomando la teta... no sólo de noche, también de día, todo el día, varios días.

Esos días me pregunté si sería el cansancio...

...o esta sensación de desorientación que siento desde que él nació y todo cambió de formas inimaginadas...

...o la alternancia entre teta izquierda, derecha... izquierda, derecha...

...o mi mente muy llena con 5 acciones, pendientes o inconclusas, que repaso una y otra vez para no olvidar, esperando encontrar lápiz y  papel donde depositarlas y que no ocupen mas espacio en mi cabeza (a veces encontrar lápiz y  papel es uno de esos pendientes)...

...o la escena de dejarlo en la cama dormido, disponerme a alguna tarea y tener que dejarla de inmediato para correr a buscarlo tras escuchar su llanto, repetida tantas veces que pareciera un dejavú...

...o no dormir de corrido mas de 4, 3, 2, 1 hora y media, y estar la mayoría de las noches semi-acostada sobre la cuerda entre el sueño y la vigilia, viendo como -sin darme cuenta si duermo o no en algún momento- el día se alza con el sol otra vez...

...y se vuelve noche, y la noche día... en un suave y vibrante degradé...creciente, decreciente... interminable...

...o es todo esto junto, que me hace vivir en un "continuum".

Esa fue la palabra que vino a mi mente vaya a saber de qué lugar recóndito (quizás del mismo lugar del que vino el nombre de Boris). Sonaba a describir, tan poéticamente como amerita, mi realidad empañada con esta atmósfera brumosa que me rodea en este momento de mi vida.
Cuando busqué su significado me sorprendió que el concepto también se usa para explicar  "la idea de que para conseguir el desarrollo físico, mental y emocional óptimo, los seres humanos, especialmente los bebés, necesitan el tipo de experiencia a la que nuestra especie se ha ido adaptando durante el largo proceso de nuestra evolución. Para un niño, esto incluye experiencias como:

• Contacto físico constante con su madre (o algún otro cuidador) desde el nacimiento.
• Dormir en la cama de sus padres, en constante contacto físico, hasta que la abandona por propia voluntad (habitualmente hacia los dos años).
• Amamantar a demanda, respondiendo a las señales que emita el bebé con su cuerpo.
• Ser cargado constantemente en brazos o de otra manera (pero siempre en contacto con alguien, normalmente su madre), y que pueda observar (o alimentarse o dormir) mientras la persona porteadora hace sus quehaceres habituales, hasta que el bebé empieza a desplazarse por su propio instinto, arrastrándose o gateando, normalmente a los seis u ocho meses.
• Hacer que los cuidadores respondan inmediatamente a las señales del bebé (lloros, quejidos, etc.), sin juzgarlo ni obviar sus necesidades, y sin convertirlo en el centro constante de atención.
• Sentir (y satisfacer) sus expectativas de que se trata de un ser social y cooperativo por naturaleza, de sus fuertes instintos de autoconservación, y de que es bien recibido y útil."

Vía

 Así es. Estamos entretejidos todavía. Él se introduce en el mundo a través de mi regazo, y yo a mi nueva vida como mujer-ahora también-madre a través de su cuerpo sobre el mio ininterrumpidamente.

Él...yo...él...yo...

...teta izquierda, cambio de pañal, juegos...teta derecha, cambio de pañal, juegos...

...el silencio y su respiración profunda a mitad de la noche y a oscuras... sus balbuceos con los que pareciera contarme sus sueños...

...sus sonrisas durmiendo... sus sonrisas al despertarse y despabilarme con su entusiasmo por una mirada compañera...

...lograr acostarlo y correr a la cocina para gozar de un te con las dos manos... correr de vuelta tras su llanto y tomar el te juntos, abrazados...

...un sabroso mordisco furtivo a mi trabajo -que crece lento pero diligente, como los primeros brotes de la primavera- cuando él hace apego con papá...

...el sol propulsándonos al aire libre, a la luz... la luna llevándonos al cuarto alumbrados por una vela...

...y todo esto una y otra vez, escurriéndose debajo de mis pies, llevándose los días mas tiernos de mi bebé tan rápido, y trayéndome días nuevos, nuevos cambios, nuevos aprendizajes... para él y para mi, en un continuum.