La torta de cumpleaños III

LA torta de cumpleaños

Y finalmente esta fue LA receta que quedó seleccionada de todas las que probé (y probé mas de las que publiqué, para sorpresa y alegría de las personas que eventualmente pasaron por casa este último tiempo...).

Elegí una receta sin gluten, para que todos podamos disfrutar del pastel de cumpleaños. Me gustó porque, entre otras cualidades y características, es de fácil preparación y puede hacerse con la ayuda de niños, ya que se usa como medida un mismo recipiente.

Bizcochuelo de yogur

- sin gluten -

Ingredientes
3 huevos
1 yogur
1 vaso (de yogur) de aceite
3 vasos (de yogur) de azúcar
3 vasos (de yogur) de premezcla sin gluten
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
2 cucharadas de semillas de amapola -opcional-
Escencia de vainilla

Precalentar horno. Enmantecar y enharinar con un poco de premezcla, o bien con harina de arroz ,un molde.

En un bowl batir los huevos y mezclar con el yogur, el aceite, el azúcar, y la esencia. Incorporar el bicarbonato y luego, de a poco, la premezcla. Batir con batidora eléctrica un minuto o 3 minutos a mano. Dejar reposar la mezcla 15 minutos y volcar en el molde

El tiempo de cocción es de 45 minutos, a temperatura muy baja. No abrir el horno antes de ese tiempo. Pinchar con cuchillo hasta que este salga limpio.

En este caso la torta la armé en varias capas, con dos bizcochuelos pequeños (molde n°1), por lo tanto dupliqué los ingredientes. 

Para rellenar usé dos cremas: crema pastelera y lemon curd; para recubrir, el clásico merengue italiano. 

Preparé las cremas del relleno la noche anterior, así como también los bizcochuelos (los cuales guardé en la heladera, envueltos en film, para que no perdieran humedad). Al momento del armado mezclé la pastelera con chispas de chocolate blanco. Cuando ya había montado todas las capas intercalando los rellenos, llevé la torta a la heladera para que estos no perdieran consistencia y preparé el merengue italiano. Cuando estaba listo recubrí la torta con una pala para untar.

Acondicioné unos tutores para plantas que encontré en el bazar cuando fui en busca de un plato de torta, y los usé para decorar; a Boris le encantan las mariposas, de allí la elección. Para finalizar, una velita blanca.

A todos les gustó mucho. La acidez del lemon curd, se armonizó con el dulzor de la crema pastelera y el merengue; y a su vez podían apreciarse todos los distintos sabores.

Fue una empresa ambiciosa por ser mi primer pastel de cumpleaños "formal"...  ustedes qué opinan?

Boris apagó su primer velita la tarde que se cumplía su primer vuelta alrededor del sol.