Oh, Marzo!

te llevaste los últimos tererés

nos dejaste los últimos frutos del verano

reorganizaste la rutina

 iluminando nuevos caminos en los días 

-Boris empezó el jardín-

y en las noches, los ya trazados por designio celeste

-luna llena en Virgo, la luna de nacimiento de Boris, sobre el río-

 exaltaste por contraste lo simple y cotidiano

la tibieza del hacer compartido

de la luz otoñal 

algo en tu naturaleza nos volvió cíclicamente al punto de origen desde donde partimos siempre
-y a mi pelo a su naturaleza original de rebeldía-

al sano sabor de hogar

-mis clásicas empanadas de lentejas-

a los sabios consejeros de cabecera

a la cadencia del trabajo de crecer

-mañanas en el taller- 

oh marzo! fuiste basto

feliz y único