Madrecita


Latinoamérica, fruto de un violento choque entre dos civilizaciones y su conquista espiritual como proceso inacabado y lleno de sincretismo.


Cacao, fruto de la semillas que Quetzalcoatl arrojó al mundo antes de partir. Alimento santo, porque lo que nutre el cuerpo, nutre el alma y honra al gran espíritu. Los mayas creían que los alimentaría después de la muerte. Y así fue.
Tonantzin Coatlicue, Cihuacóatl, Teteoinan, Guadalupe... sencilla y claramente, La Madre del mundo, la Fuerza femenina. Madrecita.

Para unir un fruto de cacao con Guadalupe sólo hace falta una palabra: sincretismo.

Cuando conectaba con la idea de Latinoamerica para realizar mi pieza, lo primero que me vino a la mente fue el cacao. Como fruto es estéticamente muy bello, y el tema de las semillas del cacao seguía el hilo conductor de mi trabajo previo. Nunca había investigado demasiado pero sabía que el cacao había sido considerado la bebida de los dioses y una suerte de moneda de cambio entre los pueblos precolombinos, incluso luego de la conquista.
Pero aun así sentía que me faltaba un alma en la idea., que no hallaría buscando información en internet, sino en mis propias experiencias respecto de Latinoamérica.  Recordé de un viaje que hicimos de Buenos Aires a la Quiaca, y vuelta por la cordillera hasta Mendoza, las escenas que mas me asombraron y emocionaron. En principio fueron los paisajes, pero cuando permití a mi mente perderse en los caminos, visualicé los altares tallados en la roca, de las rutas de ripio, con la virgen de piel blanca y el gauchito gil, los cementerios de montaña, un carnaval de color a lo lejos, de donde se alzaban  las cruces.
Y llegué al día en que entramos a una pequeña iglesia en Iruya, provincia de Salta, un pueblito literalmente sobre la montaña, que parecá estar envuelto en un dulce encanto donde el vertiginoso tiempo al que acostumbramos marchar, no tenía incidencia. Esta pequeña iglesia, en el corazón del pueblo, no aparentaba la edad real que tenía. Construida en el 1700, pero reformada posteriormente, por fuera tenía el aspecto de muchas otras iglesias del interior del país, pero dentro los iconos cristianos junto a pinturas hechas muy artesanalmente de santos de piel mestiza, figuritas antiquísimas, flores de papel de colores... Allí habitaba un alma muy antigua, se podía sentir.

Allí surgió la palabra sincretismo, algo que claramente representa la idiosincrasia latinoamericana. Investigué mas acerca del término,

"tendencia a conjuntar y armonizar corrientes de pensamientos o ideas opuestas"

...mi fracción libriana se sintió muy conforme con este concepto, sobre todo con la parte que habla de "armonizar".

Pero volver al cacao no era fácil desde el sincretismo. Entonces empecé a dibujar, porque trazar líneas sobre el papel - sea escribir o dibujar - siempre da como resultado un mapa que me conduce a sitios a los cuales de otra manera no hubiera tenido acceso.
Y así fue que apareció la imagen: dentro del fruto de cacao una virgen de Guadalupe.

"Ok," pensé, "estoy empezando a tener una suerte de delirio místico". Claro, miedo es lo primero que manifestamos cuando nos soltamos demasiado, y yo estaba teniendo resultados de muchos trabajos especiales acerca de desestructurarme y liberar la creatividad.

Me tomé varias tardes de escritura y boceto, de bucear en mi propia historia, y pude acercarme, pude oler fugazmente a la musa y enunciar algunas razones para explicar esta idea.
De alguna manera podría decir que el sincretismo forma parte de mi propia construcción como individuo. Hija de padres separados, los primeros años de mi vida, yo circulaba por mundos ideológicos muy disimiles. Por un lado el de mi madre, precursora en lecturas de esoterismo y new age, y los viajes a la casa de su hermana en Misiones, con bibliotecas plagadas de libros y videos sobre los misterios de las pirámides y ovnis, noches de ver las estrellas con el telescopio de mi tío y charlas sobre leyendas del monte.  
El de mi padre, músico experimental, un tanto bohemio y contestatario, muy creativo. Y el dramático mundo de mi abuela paterna, religiosa acerrima devota de la Virgen; ella había sido actriz en su juventud y con su fantástico don de cuentacuentos, todas las tardes me leía un capítulo de la biblia para niños, entre otros libros macabros.
 Y con todos estos ingredientes me guisé. Desarrollé una cualidad por aunar, armonizar e incorporar realidades diferentes.

Éste era el componente personal que le faltaba a mi proyecto; había encontrado el alma. A partir de allí, comenzó el proceso constructivo, que no estuvo exento de mas investigación, lectura y música inspiradoras, y que pueden ver paso a paso en este post.



"Madrecita"
Broche / Pieza devocional
Técnicas.
- modelado en cera y fundición - construcción en metal directo - dorado a ala hoja - 
Materiales. 
-plata - palo santo - pan de oro - perlas -
Pieza que realicé especialmente para Latinoamérica, muestra de joyería en el marco de la primer bienal latinoamericana de joyería contemporánea. Estudio Joya.
Pueden verla hasta el 28 de noviembre en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas UBA.

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© SubliMeli
Maira Gall