Por la gracia concedida - Regalo de fin de ciclo


"El hombre constantemente ha tenido un diálogo con lo sobrenatural ya sea para manejar sus ansiedades o dolores, encauzar sus miedos o para expresar sus mas profundas alegrías".
Sergio Barbieri

Tengo una tintineante atracción por el arte sacro y hace unas semanas fui a una charla de historia del arte dictada por Sergio Barbieri en Taller Eloi, cuyo tema eran los exvotos; palabra que a decir verdad no se si había escuchado antes, pero no tardé en averiguar de qué se trataba y que me interesaba conocer mas.
Quizás hallan visto alguna vez en las iglesias, o santuarios, zapatitos, cartas manuscritas, chupetes, cintas, estampitas...? De eso estamos hablando cuando decimos exvotos. En lo que a mi me compete, los mas exquisitos, son piezas artesanales en metal -metales preciosos algunos- con distintas formas o diseños: manitos, piecitos, ojos, personitas y otros mas insólitos, como órganos del cuerpo. Son una mezcla entre lúgubres y bonitos, innegablemente llamativos y eximias piezas de joyería.
El término de exvotos, tan poco conocido, los aleja un poco de su verdadera cualidad de arte popular. En los pueblos, donde todavía es una practica fuertemente enraizada, se los conocen mas sencillamente como "promesas" o "milagros". Son a fin de cuentas, la materialización del agradecimiento a la deidad, por una gracia concedida.


Después de conocer acerca de este arte, no se si el término despertó mi inspiración, o fue mi inspiración la que encontró la excusa en el término, pero qué mas da: he aquí mi exvoto.


"exvoto"
plata 925
bronce
cobre esmaltado
hilo de algodón


Realmente no tengo religión, pero soy una persona religiosa; busco conectar con algo superior, y el acontecer de mi vida es una constante búsqueda de lenguajes para lograrlo. Mi trabajo es la materialización de ese diálogo.
Hay épocas de la vida que echan por tierra los cielos que construimos; quizás porque hay un llamado del espíritu a buscar mas allá... no lo se, pero sea como sea, es difícil no buscar 'de qué agarrarse'. Cada cual con sus supersticiones personales, no?

Personalmente, el último tiempo, que abarcó todo un ciclo solar desde el pasado verano hasta hoy, fue de duros meses de inclemencias emocionales, de estar embarrada hasta los ojos de realidad, de arrancar la maleza y clavarme hasta los huesos las espinas. También conocí la virtud de cuidar el cultivo lo noble.
En ese momento empecé una la serie que llamé "Herbario Pagano", inspirada en las hojas y flores de ruda, apoyada en el imaginario popular que reza sus cualidades mágicas y protectoras. Porque yo lo necesitaba.
Habiendo atravesado esa etapa, sólo puedo verme bien plantada, mas viva. Qué decir... sólo puedo estar alegre y agradecer.

Por eso esta pieza es un devenir necesario del relato de esa serie, en agradecimiento por este año de tanto aprendizaje y crecimiento.
Como es condición sine qua non de todo agradecimiento darlo, voy a sortearlo. Si tienen ganas de participar pueden hacerlo dejando un comentario aquí abajo o en la publicación correspondiente en mi fanpage. Tienen tiempo hasta el 20 de diciembre a última hora. El día del solsticio de verano haré el sorteo y anunciaré al ganador.


Seguramente quien lo reciba este necesitando cierta fuerza interior para acudir al llamado de un espíritu incómodo que puja por hacerse un horizonte mas amplio, y estas hojitas de ruda sean el amuleto que les de la osadía de saltar la reja del jardín para ir mas allá. Quizás al lograrlo se sientan tan agradecidos que quieran dárselo a alguien mas...

Me encanta rescatar esta vieja costumbre que tenía de los sorteos! Y no sería tal la gracia si ustedes no estarían ahí: gracias
Meli




1 comentario

  1. Por supuesto me perdí el sorteo! siempre llego tarde a todas partes, jajaja. Pero más allá de eso me encantó lo que escribiste, ver tu blog tan lindo y a la vez tan mágico como siempre.

    No conocía el significado de la palabra y me llevo el aprendizaje de hoy, las supersticiones son tan personales como dices, yo estoy comenzando a encontrar las mías.

    Un abrazo.

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© SubliMeli
Maira Gall