Con el ritmo del fin del mundo

El tiempo corre de forma muy distinta cuando el reloj de la ciudad no se escucha.
Así es que la noción del día y el tiempo que hace que llegue, pende en mi mente de un hilo fino, con el que me divierto jugando a las escondidas.
Los primeros días los pasamos con unos amigos y sus hijitos. El rancho estaba lleno de sonidos y costumbres que marcaban el tiempo. Desayuno, rondas de mate con guitarra y canciones, almuerzo, tendido de ropas y ropitas al sol, expediciones al campo, merienda, juegos, mas guitarras y canciones, avistamiento de estrellas, cerveza fría, cena, algunas canciones mas -ya sin pequeñas voces-, pies fríos que se frotan bajo las bajas temperaturas de la amplitud térmica andina... Sol por el este y vuelta a empezar.

Tras su partida, Zepp, los perros y yo nos perdimos en este fin del mundo en el fin del mundo.
Y los ritmos de las cosas comenzaron a sonar con tonos que hasta entonces no eran audibles.
Cuando la brisa zumba suave, el aire se llena de pequeñas alas de polvos de colores para notas bajas...

y de grandes alas de plumas para notas altas...

Levemente el viento comienza a elevar su aullido y todo el Valle se detiene a escucharlo cantar entre las hojas de la vegetación.  En su canto el dice que no cualquiera es apto para hacer de acompañamiento;  la hierba debe ser pequeña, pero dura y fuerte.

El cielo también hace su parte con sus ritmos lumínicos  A traves de los días mientras el sol cae, la luna canta con el a coro, saliendo a plena tarde en el cielo.

Conforme pasan los días y ella se va llenando, se acerca al horizonte.

Cada tarde el telón se vuelve mas y mas oscuro, hasta la noche en que sale como protagonista de un final de jornada magnifico

Y entona su plenilunio.

A veces estar en medio de esta Obra me llena de una dulce melancolía;  otras de emocionante alegría.  Siento mi corazón oscilando entre esos, sus dos polos, no tan distintos entre si,  y tan parecidos al valle: entre montana y montana, contenida.

Estas son mis Crónicas del Valle por el momento, bellezas, que les hago llegar en mi paso por el pueblo, en busca de algunos alimentos.
Vuelvo a mis sencillas y particulares tareas "sugeridas", que me tienen tan entusiasmada y de las cuales ya les contare :)
Espero estén disfrutando de ese lugar en donde estén -estén donde estén-  agudizando los oídos del alma para escuchar el ritmo que las Tierra les marca en este nuevo año !!

Les dejo mi abrazo en las cuatro direcciones!

PD: perdonen la falta de "enies", pero se me escapo de la notebook :S