Un manto de amor


El cordón umbilical fue al embarazo, lo que las horas de amamantar son a la maternidad: el vínculo.
Mantener la unión, mecidos en un ritmo constante como el oleaje del mar.
La marea de leche me trae muchas cosas desde la oscura profundidad de mi mujer-ahora también-madre. Se lleva otras tantas.
Hoy no dispongo del tiempo para detenerme a hacer el recuento de esos tesoros encontrados y pérdidas, quizás por eso mismo, porque no es el tiempo de hacerlo.
Es el tiempo de alimentar lo nuevo, y despojada hasta de mi misma, sumergirme y amamantar... que es acompañar, aprender, amparar... y todos los verbos con A, porque es la primera letra del alfabeto, como amamantar es lo primero A-hora. Me lo enseñó él, todas estas 1536 horas de sus 64 días de vida.
Cada toma, se toma el trabajo de enseñarme sobre él. Así se construye el amor madre-hijo. Un manto que nos cubre.
El AMA- manto.

-Semana Mundial de Lactancia Materna-

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© SubliMeli
Maira Gall