Mi Luna, mi madre, mi hijo y yo


Mi primer encuentro con la astrología occidental, fue mi primer atisbo de autoconocimiento por vías alternativas, hace casi 15 años atrás. Si bien recuerdo haberme impactado con la lectura de mi carta natal, yo aun no era terreno fértil para trabajar con esa información.
Algunos meses antes de concebir a Boris, por una de esas casualidades, me topé con un calendario lunar en una librería y me llamó tanto la atención que lo llevé a casa.
Empecé a seguir la cuenta de los días y poco a poco fui incorporando, de manera tan orgánica los ciclos lunares, que hasta mis ciclos femeninos se armonizaron; también aprendí de los tránsitos de la luna por los signos del zodíaco, y así superponiendo ciclos, de la conjugación infinita de energías disponibles. 
Tengo que admitir que haber conocido el legado maya me abrió a la posibilidad de percibir de forma mas dinámica, integradora y asociativa, con lo cual, mi reencuentro con la astrología, esta vez, fue desde otro lugar.


constelación de leo
plata 925
El "signo lunar", es la constelación zodiacal por la cual pasaba la Luna el día de un nacimiento o evento. Por lo general es algo que se pasa por alto; sabemos el "signo solar", pero poca atención prestamos a las demás codificaciones de nuestros mapas estelares. 
La Luna de nuestro nacimiento es el fiel relato de nuestra relación con nuestra madre. Cómo fue ella, cómo se relacionó con nosotros, nos alimentó (a todo nivel) y cuidó de nosotros. Es nuestro primer vínculo emocional y delinea -a grandes rasgos- cómo desarrollaremos, durante nuestra vida, los vínculos emocionales todos. Luego será la forma en la cual manifestemos nuestras necesidades emocionales en la vida adulta. Tener conocimiento de ella nos permite poder trabajar la relación que tenemos con nuestro mundo emocional, cuidándonos a nosotros mismos "como una madre".

Como a toda cualquier mujer puede pasarle, a medida que crecí, fui elaborando la relación con mi madre a la par que me construí como mujer. Cuando me convertí en mamá, se me ocurrió utilizar la codificación lunar que signa a Boris, para observarme desde otra óptica y seguir aprendiendo de mi misma, como mujer y madre. 
Se abrió el juego bilateralmente hacia adelante, con mi descendencia, y hacia atrás, a mis orígenes. 



Yo creo que sería lindo si pudiéramos trascender la beta comercial que sugieren estas fechas como "día de la madre", para conectar con la esencia y reencontrarnos con nuestras propias apreciaciones de nuestros vínculos como madres, hijos. 
Pienso en estas lunas, como un regalo que no sólo tiene el significado que le di al hacerlas, sino como el preámbulo al inmenso universo que es la relación única entre cada madre con cada hijo/a.
Como las constelaciones se suceden unas a otras para completar una la virtud de la otra, así lo hacen las generaciones. Estas lunitas, grabadas a mano con las 12 constelaciones del zodiaco, son mas que medallitas: son verdaderas llaves emocionales.

Siempre que creo una pieza fantaseo con su destino, no sólo inmediato, sino a traves de los años.
Te invito a fantasear conmigo, en un futuro no tan lejano, una mujer, que bien podría ser tu bisnieta, que entre los pliegues de su atuendo, deja ver sutil, una fina cadena con una lunita brillante... y tres o cuatro mas, menguando en óxido por el tiempo, entre las cuales esta la tuya. 


-Disponibles en la Tienda-

3 comentarios

  1. Muy lindas!!!!! Y llenas de significado, lo cual las hace el regalo perfecto!!! Besos!!!

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  2. Que belleza! No sabía el significado de la madre en todo esto. Soy madre reciente de un niño, así que me deja pensando mucho tu post ;).

    Un abrazo

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© SubliMeli
Maira Gall