Hacia atrás

"Mañana os contaré cómo vais a vuestra madre.
Porque tu vas a tu madre.
Cuando tienes 7 días haces nido. Anidación.
Y creo que todos pensáis que vais así hacia tu madre (de cara).
No. Vais así (de espaldas), hacia atrás.
Encuentras tu contacto de anidación con tu madre
en lo que después será tu espalda.
Y si no lo haces de esta manera,
3 meses después, la placenta estará en el lado equivocado
y serás expulsado.
¿Veis qué bonito?

El primer contacto con la madre no es hola!, de frente....
el primer contacto es:
espero que estés ahí...
que puedas recibirme...

Esto es anidación.

No es un acto agresivo, como se describe en la biología moderna,
que hay una guerra de genes entre la madre y el hijo,
porque el hijo es un cuerpo extraño para la madre...
y entonces por eso hablamos de implantación; te implantas en la madre...
Es la misma idea de la fertilización,
que el espermatozoide agresivamente penetra el óvulo,
como que el niño agresivamente entra en el cuerpo de la madre.
Esta es la biología moderna.
Nuestra biología moderna desde Darwin ha sido militarizada.
Sólo podemos pensar en términos de oposición.
Guerra.
Y os mostraré que hay una biología del amor.

El amor es..... diálogo, encuentro...
¿lo haremos o no lo haremos?...
esto es lo que hacen estas 2 células, no es que una fertilice a la otra.
Hay un diálogo. ¿Lo hacemos o no lo hacemos?,
¿nos fundimos?, ¿nos juntamos?
(…)

Quizá tengáis que aprender a pensar en cualidades.
Movimiento hacia atrás y movimiento hacia adelante.
Son dos cualidades distintas de movimiento.
En nuestra sociedad casi solamente estamos familiarizados
con el movimiento hacia adelante...
¿Qué necesitas para moverte hacia atrás?
¿Qué necesitas?

¡Confianza!... ¡Fe!"

Dr. Jaap van der Wal

- extraído del blog "La vida intrauterina" -

Me recuerdo los primeros días luego de haberme enterado que estaba embarazada, buscando lecturas de gestación, no en términos biológicos, sino buscando "algo mas", no sabía ni qué, pero supongo que buscaba una idea, conceptos que clasificaran, ordenaran, explicaran, apaciguaran la inconmensurabilidad de lo que estaba sintiendo.  

Leí este texto, que fue uno de los primeros, y me conmovió. Si! Ese lugar al que me conducía habiendo tomado la decisión de ser mamá, completamente desconocido, era como caminar hacia atrás! y no hablo de retroceder, sino de la entrega a la vida que nos sostiene.

Pasó el tiempo, vuelvo a leerlo, y vuelvo a encontrarle nuevos recovecos donde anidar la comprensión de lo que crear, anidar y dar luz a una nueva vida, abre a nuestra experiencia. 

Abre nuestra experiencia.

Mañana se celebra el día del nacimiento de Boris; pero siguiendo lo que sugiere la lectura acerca de la doble cualidad de movimiento de la vida, la historia de Boris es unos meses mas antigua que los dos años que pasaron desde que el mundo vio su carita por primera vez. 

Me acuerdo que semanas previas al nacimiento la partera nos dijo "cuando el hijo decide atravesar el canal de parto, tenemos que ir a buscarlo". Yo pensé "ok, voy, pero adónde? cómo?". 

Yo que creía que íbamos a la vida de frente, que había que ir siempre  "para adelante"; que la vida viene hacia nosotros, que nos embiste... pero en esta situación me quedaba corta, me faltaban coordenadas. 

Cuarenta y pico de semanas, hasta el 4 de junio del 2014, tras las cuales él ya era una presencia entrañable -nunca mejor adjetivado-. Él ya estaba allí, aquí, era parte de la vida. Ahí estaba yo, sin ser madre todavía, y él, que ya era mi hijo, se abría paso, a través mio, desde atrás... 

...y confié.

Esa fue la lección. Y hoy, que pasaron dos años, y ya esta aprendiendo a caminar solito, me muevo hacia atrás en el tiempo para seguir aprendiendo de ello; me muevo hacia atrás en el espacio para recibirlo de espalda a mi, sin importar lo que sucede a mis espaldas, porque su confianza es mi gran lección de vida.